La nueva variante del coronavirus ya ha llegado a Canadá y lo ha hecho tres días después de que el primer ministro, Justin Trudeau, anunciase la cancelación de todos los vuelos con Reino Unido. Aún así, la cepa ha entrado en el país. Los contagiados son una pareja de Ontario, la segunda provincia del país más afectada por la pandemia.

En Israel también han saltado las alarmas. Allí analizan muestras de 49 personas como posibles positivos y preocupa porque ninguna de ella ha salido del país, lo que significaría que ya habría transmisión comunitaria. Además, el país se enfrenta a su tercer confinamiento domiciliario con continuas protestas en las calles.

Mientras, en la India, el comité de control de la epidemia también analiza si ya hay casos de esta cepa. Más de medio centenar de viajeros procedentes de Reino Unido se han sometido a pruebas para comprobar si son portadores de esta variante.

Por su parte, Japón, que también ha confirmado casos de la cepa, prohíbe a partir de este lunes la entrada de extranjeros al país. Y en Estados Unidos, que también ha cancelado vuelos con Reino Unido, ya rozan los 19 millones de contagios y todavía no se está contabilizando el efecto de la Navidad y del fin de año, algo que preocupa también en Australia.

En este sentido, Gladys Berejiklian, primera ministra de Nueva Gales del Sur ha declarado que esperan "tener información el lunes o el martes sobre cómo será el fin de año y el año nuevo". Allí preocupa la situación tras un brote detectado en Sídney.

Mientras, los casos de coronavirus se disparan en el norte de Siria, donde tienen que soportar, además, el frío del invierno viviendo en tiendas de campaña con una hoguera para calentarse. "Tengo dos hijos y en este clima frio no tenemos calefacción", cuenta un hombre. Según Médicos Sin Fronteras, que desplegó un centro para pacientes en la zona hace seis meses, el 80% de los casos han llegado en los últimos dos meses.