Según informa el diario 'Libération', los registros en la residencia Jean-Luc Mélenchon han tenido lugar por orden de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción en el marco de dos investigaciones abiertas por la Fiscalía de París. La primera de ellas, según este medio, tiene que ver con los supuestos empleos ficticios de asistentes de eurodiputados, mientras que la segunda se refiere a las cuentas de campaña del que fuera candidato presidencial.
Mélenchon ha informado del registro en su vivienda mediante un vídeo en directo retransmitido en su cuenta de la red social Facebook, denunciando que también se estaban produciendo registros a antiguos colaboradores y en la sede del Partido de Izquierda, del que es miembro, y de Francia Insumisa.
El líder izquierdista ha denunciado que la operación se ha producido coincidiendo con el nombramiento del nuevo ministro de Interior, Christophe Castaner, y ha llamado a sus seguidores a manifestarse frente a la sede de Francia Insumisa.
Hasta ese lugar se ha trasladado el propio Mélenchon, que ha increpado a los agentes recordándoles que es parlamentario y reclamando su derecho a entrar en la sede. "No somos delincuentes", ha sostenido. En su opinión, los registros "están destinados a asustarnos". "Es una operación de policía política", ha denunciado, dejando claro que no cederá a las intimidaciones. "Somos personas honestas y no tenemos miedo", ha insistido, ofreciéndose a dar a conocer todo lo relativo a sus cuentas de campaña. "No hay ningún caso, solo una voluntad de mancillar", ha dicho.
En un comunicado, su partido ha sostenido que las cuentas de campaña fueron validadas el pasado febrero por la comisión nacional de cuentas "sin ninguna irregularidad". "No ocurrió lo mismo con las de Emmanuel Macron (el presidente del país), en las que se detectaron irregularidades", ha subrayado.
El político izquierdista ha vuelto a defenderse ante la Asamblea Nacional, denunciando las formas en las que se ha producido el registro de su vivienda. "He abierto mi puerta a las 7.00 horas a personas que golpeaban precipitadamente. Estaban armados y tenían chalecos antibala, porque uno no sabe nunca conmigo lo que puede pasar", ha ironizado.
Tras poner en tela de juicio las acusaciones en su contra, se ha preguntado "¿sigue habiendo Estado de Derecho?" y ha interpelado a los demás parlamentarios. "Ahora gritáis pero no os dais cuenta: esto ya no es justicia, esto ya no es Policía", ha afirmado.
El primer ministro, Edouard Philippe, presente en la sesión de preguntas al Gobierno, ha replicado a Mélenchon amparándose en la separación de poderes. "Me corresponde, como primer ministro (...) hacer prevalecer en toda circunstancia la independencia de la justicia", ha afirmado.
Una independencia, ha añadido, que "impide que se den instrucciones individuales al fiscal, que hace que las decisiones del fiscal estén sometidas al control de un juez", igualmente independiente. "Si quiere llevar el debate al terreno político de la independencia judicial, coincidamos en que es un debate político, pero en el cumplimiento de los procedimientos judiciales, la justicia es evidentemente independiente y nos corresponde hacer prevalecer el principio de independencia", ha zanjado el primer ministro.