Según la versión facilitada hasta ahora por la policía, dos agentes de patrulla pidieron el pasado lunes a las 20:10 hora local a Ford, que caminaba solo por la calle en el sur de Los Ángeles, que se detuviese. Por motivos no revelados, el joven y los agentes iniciaron una trifulca y, según la policía, Ford empujó a uno de los agentes y trató de sustraerle el arma, por lo que uno de los policías le disparó.
Tras recibir el impacto de la bala, Ford fue trasladado a un hospital, donde falleció. Según los familiares y conocidos de la víctima, Ford sufría un trastorno mental, algo que no ha sido confirmado oficialmente, como tampoco han sido desvelados los motivos por los que los agentes decidieron detener al joven. Por otro lado, en San José (California) la policía disparó y mató a una mujer que los agentes sospechaban que iba armada y que había amenazado con asesinar a su familia, según informó el departamento de policía de la ciudad.
En una rueda de prensa, el portavoz de la policía local Albert Morales explicó que una mujer aseguró tener a su madre y a su hermano de rehenes en la cocina de su casa, que estaba armada con un subfusil Uzi y que les dispararía si la policía no acudía al lugar.
Siempre según la versión ofrecida por la policía, un número indeterminado de agentes se desplazaron hasta la casa y pidieron a la mujer que saliese fuera y que dejase el arma en el suelo. La mujer obedeció las órdenes de la policía y salió de la casa con un objeto no revelado en la mano, momento en el que recibió, por lo menos, un disparo por parte de un agente. Imágenes registradas por un helicóptero de la cadena NBC muestran una taladradora de mano tirada en la calle cerca del lugar del incidente con la mujer.