En Reino Unido ha
realizado el simulacro de ataque terrorista más real y polémico que ha habido
en la historia, con sangre que parece real, disparos y un grito de 'Alá es
grande', una expresión que ha llevado a la Policía británica a pedir disculpas
ante las protestas de las comunidades musulmanas en territorio británico,
molestas por la utilización de estereotipos que solo aumentan el odio contra
los musulmanes. "Las palabras utilizadas son
inaceptables", explica Tony Lloyd, jefe de la Policía de Manchester.
El simulacro reproducía
como dos supuestos terroristas enmascarados que irrumpen en un centro comercial
y hacen estallar una bomba causando heridos y provocando en caos. La Policía se justifica alegando que el
ejercicio se basaba en un atentado suicida de una organización del estilo del grupo
terrorista Daesh.
Se trata de uno de los
seis entrenamientos que han llevado a cabo las fuerzas de seguridad británicas
que han intensificado su planificación ante un ataque terrorista desde lo
ocurrido en París y Bruselas.