Apenas había concluido la Cumbre del Clima y el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, ya se había situado en el centro de la polémica por una conducta muy poco ecológica. Salles, que estuvo presente en la cumbre de Madrid, compartió al término del evento la imagen de un enorme plato de carne a la brasa que acompañó de un jocoso comentario en Twitter: "¡Para compensar nuestras emisiones en la COP, un almuerzo vegetariano!".

Una publicación que no ha pasado desapercibida, especialmente teniendo en cuenta que la producción de carne es responsable de buena parte de los gases de efecto invernadero. Según Greenpeace, el 14,5% de las emisiones a nivel mundial proceden directamente de la ganadería, así como el 80% de la deforestación de la Amazonia.

En poco tiempo, el controvertido mensaje acumuló miles de comentarios, divididos entre quienes reían el 'chiste' al titular de Medio Ambiente y quienes le han reprochado su actitud.

Poco antes, Salles había afirmado, también a través de Twitter, que la COP25 "quedó en nada". "Los países ricos no quieren abrir sus mercados de crédito de carbono. Exigen acción y señalan con el dedo al resto del mundo, sin ceremonias, pero cuando se trata de meter las manos en los bolsillos, no lo hacen. Proteccionismo e hipocresía se dieron la mano todo el tiempo", afirmó.

En un vídeo publicado en la citada red social, Salles aseguró que, a pesar de todos los esfuerzos de Brasil, "prevaleció la visión proteccionista" de los países ricos e insistió en que el gigante sudamericano se "mantendrá firme en su trabajo de atraer recursos" para los brasileños.

La falta de un acuerdo sobre la reglamentación en materia de créditos de carbono ha sido uno de los principales escollos en la cumbre, un tema sobre el que no se logró consenso y que se ha pospuesto hasta 2020. El papel de Brasil en la COP25 se centró en pedir prestados recursos de naciones ricas para la preservación en el país sudamericano pero, en los últimos días del evento, estuvo a punto de bloquear el acuerdo principal de la conferencia.

La Cumbre del Clima consiguió cerrar el domingo un documento para aumentar la ambición climática en 2020 y cumplir el Acuerdo de París, por el que los países se comprometen a evitar que la temperatura media del planeta suba este siglo más de 1,5 grados. Un acuerdo que se logró casi dos días después de la jornada prevista para la clausura de la Conferencia y que fue aprobado tras un tenso debate con Brasil, que no aceptaba inicialmente dos párrafos incluidos en el acuerdo sobre océanos y uso de tierras.