Los planes de una guardería para dejar de llamarse "Ana Frank" han sembrado la polémica en Alemania. La noticia la adelantaba el diario 'Volksstimme', que avanzaba la intención de una escuela infantil de Tangerhütte, en Sajonia-Anhalt, de abandonar el nombre que, según el citado medio, tenía desde los años 70 en honor a la adolescente judía fallecida en el Holocausto y autora del famoso diario.

Una decisión que, en un contexto de preocupación por el antisemitismo en Alemania ante el conflicto Israel-Hamás, ha generado una oleada de indignación en el país.

De acuerdo con el citado medio, la idea era que el nuevo nombre fuera "Weltentdecker" ("Explorador del Mundo") y la directora del centro, Linda Schichor, trasladó que el proceso de cambiarlo lleva en marcha desde verano. Según la educadora, la historia de Ana Frank era difícil de entender para los más pequeños. "Queríamos algo sin trasfondo político", explicó.

También el alcalde de la localidad, Andreas Brohm, justificó el cambio de nombre en declaraciones recogidas por 'Volksstimme', indicando que iba acompañado de un nuevo concepto para la guardería, más abierto y de promoción de la diversidad y autodeterminación de los niños. Asimismo, defendió que si los padres y docentes querían un cambio de nombre eso debía tener más peso que el contexto político mundial.

Unas explicaciones que, sin embargo, no han convencido a la propia comunidad judía y que han sido respondidas por Christoph Heubner, vicepresidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz, que el domingo dirigía una carta abierta al alcalde y a los responsables de la escuela rechazando frontalmente el cambio de nombre.

"Si se está dispuesto a descartar la propia historia de manera tan descuidada, especialmente en estos tiempos de nuevo antisemitismo y extremismo de derecha, y si el nombre de Ana Frank se percibe como inadecuado en el espacio público, uno solo puede sentirse temeroso y ansioso mirando la cultura del recuerdo en nuestro país", aseveraba en la misiva.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Germano-Israelí de Magdeburgo, Tobias Krull, ha dicho que un cambio de nombre sería una señal equivocada justo en momentos de creciente antisemitismo, según recoge la agencia Efe.

Ante el revuelo, el primer edil del municipio alemán aclaraba en un comunicado este lunes que aún no se ha tomado una decisión sobre el cambio de nombre. "Hemos recibido muchas sugerencias y propuestas constructivas, por las que estamos muy agradecidos", sostiene Brohm en la nota. Por su parte, los grupos parlamentarios en el Ayuntamiento se opondrán al cambio de nombre de la guardería, según ha indicado Werner Jacob, de la CDU, a 'Welt'.

Ana Frank nació en Frankfurt en una familia judía. En 1933, tras la llegada de los nazis al poder, la familia huyó a Holanda donde, tras la invasión alemana, estuvo escondida entre 1942 y 1944. Durante esos años, la joven escribió un diario que se convertiría en uno los libros más leídos del mundo. Ana Frank murió en 1945 en el campo de exterminio de Bergen-Belsen, mientras que su padre sobrevivió al Holocausto y publicó su diario después de la guerra.