Mientras en España las comunidades autónomas continúan preparando planes específicos para la vuelta al cole en septiembre, teniendo en cuenta el escenario de la pandemia de coronavirus, ypiden "coordinación" al Gobierno, Italia ya empieza a descifrar las claves de su nuevo protocolo.

El viceministro italiano de Sanidad, Pierpaolo Sileri, ha asegurado hoy que si se detecta un positivo por coronavirus en un colegio, éste se cerrará temporalmente para identificar posibles casos. Esta era una de las dudas más importantes que surgen a un mes de que inicie el curso escolar, una cuestión que también preocupa en España, inmersa en un aumento de casos de COVID-19 diarios.

Sileri ha explicado que se está estudiando la posibilidad de que en presencia de un contagio en un colegio se puedan realizar pruebas rápidas para detectar el virus ya directamente en el centro escolar. Se trataría de un sistema como el que están adoptando en los aeropuertos para quienes llegan de los paísesconsiderados de riego como España, Grecia, Malta y Croacia.

Hace unos días, se había planteado que si un niño resultaba positivo tendría que ser inmediatamente recogido por sus padres y el comité científico técnico, creado por el Ejecutivo para que le asesore, apuntó que sería necesario disponer una sala para poder tenerlo aislado hasta que lleguen a por él.

Ahora, el viceministro ya ha dejad claro que "se harán pruebas a todas las personas de su entorno y se cerrará el centro temporalmente y en cuanto se identifiquen los posibles nuevos casos, se puede reabrir".

La duda sobre la vuelta presencial a las aulas, no obstante, persiste. Desde el ministerio de Educación insisten en que el colegio abrirá el 15 de septiembre, sin embargo, el asesor de Sanidad, Walter Riccardi, ha afirmado que puede ser posible que se vuelvan a aislar zonas con brotes y también "que las escuelas no vuelvan a abrir en septiembre".