"¿Qué sienten los abusados? Y con esto debo pedir disculpas, porque la palabra 'prueba' ha herido a muchos abusados: 'Ah, ¿yo tengo que ir a buscar la evidencia de esto?'. No. Y les pido perdón si les he herido sin darme cuenta", ha subrayado, en referencia a las declaraciones que hizo a los medios locales el pasado jueves 18 de enero justo antes de comenzar la misa celebrada en honor de Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile, en el Campo Lobito de Iquique (Chile).
En aquella ocasión, tachó de "calumnias" las acusaciones que pesan contra el prelado de encubrir abusos sexuales a menores por parte del clero en Chile. "No hay una sola prueba en su contra, todo es una calumnia. ¿Está claro?", indicó.
Sin embargo, en el vuelo, Francisco ha precisado que la palabra 'prueba' le jugó una "mala pasada" pues "generó confusión" e hirió la sensibilidad de las víctimas de abusos, pues entendieron que el Papa les pedía pruebas que en la mayoría de ocasiones no tienen. Por ello, ha cambiado el término por "evidencias".
"El caso de Barros se estudió, se reestudió, y no hay evidencias. Es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar. Y ahí si yo condenara sin evidencias o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez", ha puntualizado. Si bien, se ha mostrado "convencido de que es inocente".
En todo caso, ha reiterado su condena a los abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero y ha recordado que en Chile recibió a algunas víctimas de abusos. "Saben que empezó el papa Benedicto XVI con la tolerancia cero y yo seguí con esa tolerancia cero", ha asegurado.
Preguntado sobre el caso el escándalo de abusos cometidos dentro del Sodalicio de Vida Cristiana, que fue intervenido por el Vaticano antes que el Pontífice iniciase su sexto viaje a América Latina, el Papa ha reconocido que "hay casos de corrupción en la Iglesia" y que uno de ellos fue dentro de esta organización religiosa.
Así, ha explicado que el fundador de este movimiento católico peruano, Luis Fernand Figari, al que se le acusaba de abusos sexuales a menores y manipulación, fue enviado a juicio por la Justicia vaticana y aunque no fue expulsado del Sodalicio, se le condenó a vivir solo en Roma.
"El se declaró inocente y apeló a la signatura apostólica, la suprema corte de justicia del Vaticano, y ahora la causa está en apelación y (la sentencia) va a salir en menos de un mes", ha declarado el Papa. También ha comentado "que al no ver las cosas claras se hizo ayudar de dos asesores económicos" y por ello comenzó la intervención.
El Papa también ha condenado la corrupción y ha alertado de que una vez que se empieza a ser corrupto es difícil volver atrás. "Yo no tengo miedo al pecado, tengo miedo a la corrupción", ha concretado.