Además, el Pontífice ha solicitado a los máximos responsables de las conferencias episcopales de cada país que visiten personalmente a víctimas de abusos sexuales como paso previo para la preparación de este encuentro.

En una misiva remitida a cada uno de ellos, Francisco explicó que el objetivo de visitar a las víctimas es que aprendan "de primera mano el sufrimiento que han soportado".

Para el papa, estos encuentros personales son una "forma concreta" de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la "prioridad" en la mente de todos durante el encuentro de febrero, a medida que se unen "en solidaridad, humildad y penitencia" para avanzar en la crisis de los abusos.

Varios obispos de España, como los de Ciudad Real, Bilbao, Madrid, Albacete, Murcia, Salamanca o Mallorca, han afirmado que ya han convocado a víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia ocurridos en sus diócesis o se muestran dispuestos a reunirse con ellas en el futuro.

Fuentes de la Conferencia Episcopal Española (CEE), institución integrada por todos los obispos españoles, indicaron que no darán cuenta de los encuentros "del pasado, ni del presente, ni del futuro" con víctimas de abusos sexuales por parte del clero en España, "por respeto a las víctimas". Asimismo, señalaron que la CEE responderá a las preguntas del cuestionario que ha enviado el papa para que el encuentro de febrero sea "fructífero".

La Conferencia Episcopal Española (CEE) anunció el pasado mes de octubre, y de cara a la reunión de febrero con el papa, la creación de una comisión de trabajo que actualizará los protocolos de actuación de la Iglesia española para responder a los casos de abusos a menores desde el punto de vista jurídico y canónico y se comprometió a responder "a cada queja de abuso contra el personal de la Iglesia".

En una entrevista, el nuevo secretario general de la CEE y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, aseguró que los obispos españoles investigarán los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia española del pasado, si el papa así lo dispone en la reunión de febrero.

"En cada una de nuestras diócesis estamos dando los pasos oportunos y, por supuesto, estamos también abiertos a que si en la reunión de febrero se dispone para toda la Iglesia algún tipo de protocolo que tenga que ver con la revisión del pasado, poderlo asumir", indicó Argüello.