Conmoción en Hong Kong tras el terrible accidente ocurrido durante un concierto de la banda Mirror, en el que una pantalla gigante se desplomó sobre el escenario, hiriendo a dos de los bailarines.

El jefe del Ejecutivo hongkonés, John Lee, ha pedido que se investiguen de inmediato las causas del suceso, ocurrido la noche del jueves, y cuyas imágenes rápidamente se volvieron virales en las redes sociales, de acuerdo con el diario 'South China Morning Post'.

En el vídeo viralizado puede verse cómo una de las grandes pantallas se desprende primero parcialmente y casi de inmediato se precipita sobre el escenario, donde en ese momento actuaban doce personas, a una de las cuales aplasta con el canto. Acto seguido, la pantalla cae plana y aplasta a un segundo bailarín. El estremecedor momento, recogido por el periodista Ezra Cheung, puede verse en el vídeo unas líneas más abajo.

Uno de los heridos permanece ingresado en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Queen Elizabeth con daños en el cuello, mientras que el otro, que sufrió heridas en la cabeza, se encuentra estable, según un portavoz del centro sanitario. También precisaron asistencia tres mujeres del público que sufrieron crisis nerviosas a causa del incidente.

El concierto tuvo que detenerse tras el accidente y el mánager del grupo, Ahfa Wong Wai-kwan, se disculpó ante el público, a quien pidió que abandonara el recinto de forma ordenada. De acuerdo con el citado medio, la pantalla se cayó al romperse uno de los cables metálicos que la mantenían sobre el escenario.

Este era el cuarto concierto consecutivo que Mirror celebraba en el Coliseum, donde tenían planeado ofrecer hasta 12 actuaciones, aunque las restantes han sido canceladas de momento por las autoridades hasta que se lleve a cabo una inspección de las instalaciones y la seguridad quede garantizada. Lee asimismo ha ordenado una revisión general de los requisitos de seguridad de todos los eventos de este tipo que se celebren en el territorio para "asegurar la protección de los intérpretes, trabajadores y el público", según el 'SCMP'.