Subway, la franquicia especializada en venta de bocadillos, los vende con un producto que no es pan, según la sentencia de un juez irlandés. La razón es que el pan de estas tiendas no se puede entender como tal porque su contenido de azúcar es el 10% del peso de la harina de la masa.

El conflicto con los tribunales nace a raíz de la denuncia de una de sus franquicias, que defendía que varios de sus productos como infusiones, cafés o bocadillos calientes no deben pagar impuestos al considerar que se tratan de alimentos básicos.

Las leyes irlandesas hacen una diferenciación a la hora de pagar impuestos entre alimentos considerados básicos, que quedan libres de estos pagos, y otros como bollería industrial sí que deben hacerlo.

Y ahí precisamente es donde reside el problema en esta sentencia del Tribunal Supremo de Irlanda y es que, según se establece en la legislación del país, el azúcar y la grasa no pueden sobrepasar el 2% del peso de la harina. Sin embargo, el pan de Subway supera con creces ese límite establecido.