A una semana de la fecha parase retiren las tropas estadounidenses del aeropuerto de Kabul -el 31 de agosto- todos los países que participan en las repatriaciones aceleran las labores de evacuación para sacar al mayor número de personas posible.

El Gobierno de Joe Biden ha dejado sobre la mesa la posibilidad de prorrogar esta fecha, pero lostalibanes han lanzado una dura advertencia al respecto. "Es una línea roja. Biden anunció que el 31 de agosto retirarían todas sus fuerzas militares y no hay necesidad de extender la ocupación. Si buscan más tiempo para las evacuaciones, habrá consecuencias y provocarán una reacción", ha declarado Suhail Shaheen, uno de los portavoces de los insurgentes.

Si bien, el Ejecutivo estadounidense todavía no ha tomado una decisión en este sentido. Fuentes del Departamento de Defensa han indicado a la 'CNN' que el presidente decidirá este martes si intenta extender la misión más allá del próximo martes o, si de lo contrario, retira las tropas del aeropuerto de Kabul.

Asimismo, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ha apuntado que están manteniendo conversaciones con los líderes talibanes, que ha calificado de "operativas, tácticas y centradas en operaciones a corto plazo".

Con esta situación política y el aeropuerto de Kabul colapsado con miles de afganos intentando salir del país, los gobiernos extranjeros intentan hacer las máximas evacuaciones posibles. Es el caso de España, donde la ministra de Defensa ha asegurado que estarán allí hasta que se retire el Ejército estadounidense para "sacar al mayor número de personas posible".

Hasta el momento, la base aérea madrileña de Torrejón de Ardoz ha atendido ya a 826 personas, entre las que se encuentran colaboradores españoles y sus familias y colaboradores de otros países de la Unión Europea. A ello hay que sumarle que está previsto que este martes lleguen tres aviones más con unos 390 evacuados.

A pesar de estas operaciones, como vienen denunciando todos los países, en el aeropuerto de la capital afgana reina el caos y la incertidumbre. Centenares de familias se agolpan en las inmediaciones para que les recojan, mientras los talibanes impiden su paso en algunos puntos de acceso y les dispersan a tiros.

El otro gran peligro: escasez de productos básicos y sanitarios

La violencia y represión de los talibanes no es el único drama que están viviendo los afganos. Tal y como advierten entes internacionales como Unicef y la OMS, pronto habrá escasez de suministros.

Así, ante las colas, el control talibán y la posibilidad de un atentado terrorista, estas entidades también han hecho otro llamamiento: establecer un puente aéreo que garantice el abastecimiento de medicamentos y productos de primera necesidad en Afganistán.

"Lo que hay en Afganistán son zonas a las que no se puede llegar y donde los niños y niñas necesitan tratamiento urgente contra la desnutrición, así como agua potable", explica a laSexta, Blanca Carazo, responsable de Programas Unicef en España.

También incide en ello María Jesús Vega Pascual, portavoz de ACNUR, que pide acción inmediata: "Si no se lleva esa ayuda humanitaria que tanto se necesita, vamos a ver situaciones dramáticas, porque más de la mitad de la población, de esos 38 millones, necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir", añade.