Tras el atentado de Berlín, los refugiados que viven en Alemania se sienten señalados: "Cuando alguien comete un delito, nos convertimos en sospechosos" explica Yaser, un refugiado. La extrema derecha ha utilizado el ataque para cargar contra la política de asilo de Merkel, es su mayor baza de cara a las elecciones del año que viene.

Los populistas xenófobos están en auge en toda Europa y ese apoyo popular hace que su discurso cale en otras fuerzas políticas: "Sobre todo los partidos que se sienten más amenazados por ese discurso, el centro-derecha europeísta, están en cierto modo adoptando ese discurso" explica Ignacio Molina, analista del Real Instituto Elcano.

"Lo que desde luego nos preocupa es que este tipo de mensajes de odio endurezcan las políticas migratorias" dice Verónica Barroso, responsable de refugiados de Amnistía Internacional. Varios países ya vienen utilizando el terrorismo como excusa para no cumplir con las cuotas de acogida de refugiados fijadas por la Unión Europea.

"Al final como muchas cosas en Europa si hay voluntad política y si hay mecanismos institucionales que obliguen a los Estados y que creen incentivos para que acepten esa política pues iremos hacia delante. Pero lo cierto es que el clima político, si miramos lo que está pasando en los sondeos, es muy descorazonador" asegura Molina.

Ante este panorama, hay que recordar que los refugiados vienen huyendo de la guerra y el terrorismo: "Lo único que están solicitando, porque además tienen derecho a ello es protección". E insisten, no puede señalarse a todo un colectivo por lo que hagan individuos concretos que son una excepción.