Marruecos intenta mirar al futuro después de un terremoto que ha sacudido su presente. A las devastadoras pérdidas humanas y materiales, hay que sumar el impacto económico que podría suponer para el país esta catástrofe.

Según estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos, el impacto económico sería de un 2% del PIB, lo que supondrían entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Sin embargo, si miramos a un ejemplo más reciente como es el terremoto de Turquía, su impacto económico superó los 30.000 millones de euros, lo que supone un 4% del PIB turco.

Estas pérdidas se suman a la delicada situación que ya castigaba al país, todavía recuperándose por la pandemia de COVID, la guerra de Ucrania y la peor sequía en 40 años. Además, el sector del turismo ya está sufriendo sus primeras cancelaciones, algo que se va a seguir viendo a corto plazo, según los expertos.

El turismo supone un 11% del PIB de Marruecos y las cuatro regiones más afectadas por el terremoto son, también, de las más visitadas anualmente. España es uno de los países que más viaja a Marruecos: en 2022, rozó el millón de turistas, solo superado por Francia.

Mientras tanto, el casco antiguo de Marrakech intenta recuperar el pulso, con uno de sus principales símbolos, La Medina, notablemente dañada por el seísmo. Este Patrimonio de la Humanidad tiene sus muros resquebrajados, con construcciones milenarias destruidas.

Este semana, la comunidad marroquí en Cataluña ha logrado llenar cajas de productos básicos, con almacenes repletos de materiales de ayuda para Marruecos.