Tras el seísmo

La otra cara del terremoto en Afganistán: los equipos de rescate no ayudan a las mujeres por la normativa talibán

El contexto El Gobierno prohíbe el contacto físico entre hombres y mujeres que no sean familiares incluso en situaciones de emergencia. Entre los rescatistas que acuden a los escombros no hay ni una sola mujer.

Rescatistas buscan supervivientes entre los escombros tras el terremoto en Afganistán. Rescatistas buscan supervivientes entre los escombros tras el terremoto en Afganistán. Agencia AP
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Afganistán no cesa de sumar muertos y heridos por el reciente terremoto de magnitud 6 que sacudió la zona de Asadabad y donde este mismo viernes se ha vivido una nueva réplica de 5,2. Los fallecidos ya llegan a los 2.205 y hay 3.640 heridos. Todo ello mientras los equipos de rescate se afanan en encontrar más gente entre los escombros, pero ¿a todos?.

La realidad afgana con el Gobierno talibán al mando sigue siendo trágica hasta en situaciones de emergencia. Las normas talibanes prohíben el contacto físico entre hombres y mujeres que no sean familiares, incluso ante tal catástrofe como un terremoto, así que son muchas las féminas que no están recibiendo ayuda por parte de los rescatistas. Todos ellos hombres.

Así lo relata 'The New York Times'. El medio estadounidense ha acudido en persona a la aldea de Bibi Aysha, donde la ayuda no llegó hasta 36 horas después del seísmo de este pasado lunes. Según el rotativo, en la aldea de Andarluckak, en la provincia de Kunar, el equipo de emergencia sacó rápidamente a hombres y niños heridos, no así a las mujeres, que literalmente fueron apartadas e ignoradas por los rescatistas.

No es nuevo. Las mujeres están defenestradas en todos los sentidos en el país desde que los talibanes tomaran el control del país con su entrada en Kabul en agosto de 2021. Desde entonces, las violaciones a los derechos humanos del colectivo son constantes.

El fin de la discriminación

Según Amnistía Internacional(AI), 22 millones de personas necesitan ayuda en el país tras la catástrofe y denuncian que las autoridades talibanas de facto también son responsables de la reducción de las operaciones de organismos de ayuda humanitaria en el país debido a sus políticas restrictivas y a la prohibición impuesta sobre las mujeres afganas que trabajan para la ONU y otras ONG.

La organización también hace hincapié y exige que "el Gobierno atienda las necesidades de todas las comunidades afectadas y garantice que las operaciones de salvamento y ayuda humanitaria se llevan a cabo sin discriminación".

Además de esta restricción de no tocar a mujeres de la familia, la normativa talibán (definida en una ley denominada de Prevención del Vicio) lleva años fraguándose en contra de las mujeres llegando a rozar el delirio. Entre algunas de las normas impuestas están la prohibición de que niñas y adolescentes estudien; la limitación en la participación pública; no hay libertad de movimiento para ellas; o incluso se ha llegado a prohibir el sonido de su voz y se ha impuesto el yihab como innegociable.