Sin una gran victoria tras 77 días de guerra, el Gobierno ruso se centra en que su propaganda durante los horarios de máxima audiencia justifique y blanquee la decisión de su presidente, Vladímir Putin, de invadir Ucrania. Las estrellas más mediáticas llevan la guerra cultural al extremo, amenazando a Occidente y a todos lo que se opongan a la "operación militar especial".
"O perdemos en Ucrania o empieza la Tercera Guerra Mundial. Me parece más probable que todo termine en un ataque nuclear que rendirnos", asegura en la televisión pública la redactora jefe de Russia Today, Margarita Simonyan, en contacto directo con el Kremlin.
En los debates y tertulias se culpa a Occidente de haber iniciado el conflicto: "Nos han declarado la guerra, ¿qué va a pasar ahora?", se pregunta un colaborador de la televisión. "Tenemos que desmilitarizar la OTAN", dice otro. "Los representantes de esos 40 países (OTAN) forman un Hitler colectivo", concluye.
El director de la radiotelevisión pública rusa va más allá y amenaza a Reino Unido. "Las islas británicas no saben lo que dicen", argumenta en pantalla mientras se sobrepone un grafismo. "La isla es tan pequeña que bastaría un misil 'Sarmat' para hundirla fulminantemente para siempre". No es el único: un diputado de la Duma habla de un ataque nuclear fulminante en toda Europa: "Un ataque con armamento táctico es posible". Y responde, cuando el presentador le apunta que eso supondría la destrucción del continente: "Nunca digas nunca".