El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha advertido este viernes de que Hungría podría paralizar la incorporación de Ucrania a la Unión Europea más adelante si es necesario, después de que los líderes comunitarios acordaran este jueves iniciar las negociaciones de adhesión de Kyiv al bloque comunitario.

Un paso que para el mandatario ultraderechista, el único líder europeo que se ha reunido con Vladímir Putin estos últimos meses, es una "mala decisión". Así lo ha asegurado este viernes en la radio estatal, tras ausentarse la víspera de la votación en la que los jefes de Estado y Gobierno de la UE acordaron iniciar estas negociaciones para Ucrania y Moldavia, lo que permitió que la decisión saliera adelante.

"Hungría no tiene ninguna responsabilidad por esto, podemos detener este proceso más adelante y, si es necesario, echaremos el freno y la decisión final la tomará el parlamento húngaro", ha mantenido.

Una luz verde que se producía tras una mañana de negociaciones para evitar que el bloqueo húngaro frustrara un paso que sí querían dar los restantes 26 Estados miembros de la UE, que finalmente lograban la unanimidad necesaria para ello al salir Orbán momentáneamente de la sala. Una táctica sin precedentes que fue se habría acordado previamente.

Veto a la ayuda para Ucrania

Orbán, no obstante, sí impuso su vetoal nuevo paquete de ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania, al oponerse a aportar más dinero a las cuentas europeas para crear un nuevo programa de asistencia financiera, a pesar de que los demás países sí apoyaban el último documento que llegó a la mesa de negociación, que se ha visto pospuesta a enero.

El propio Orbán así lo señalaba en la madrugada de este viernes en redes sociales: "Resumen de la noche: veto al dinero extra para Ucrania, veto a la revisión del MFP. Volveremos a tratar el tema el próximo año en el Consejo Europeo después de una preparación adecuada", indicaba el mandatario húngaro en la red social X.

Este viernes, ha asegurado que podría levantar ese veto si Hungría recibe los fondos que la Comisión Europea mantiene congelados por violaciones del Estado de Derecho. "En dos meses, quizá más, nos reuniremos y veremos qué ha pasado. Si alguien quiere modificar la ley presupuestaria, esa será una buena oportunidad para que Hungría reciba lo que le corresponde. Todo", ha afirmado.

Bruselas desbloqueó el pasado miércoles 10.200 millones de euros en fondos de cohesión para Hungría tras avalar su reforma judicial, pero mantiene bloqueados otros 11.700 millones, cuyo desembolso condiciona a reformas para garantizar la libertad académica y cambios en su polémica ley que prohíbe hablar de diversidad sexual a menores.

Orbán ha defendido que esos fondos le corresponden a Hungría y, sobre la entrega de esos 10.200 millones, que es "mejor tarde que nunca". Si no hay acuerdo sobre la ayuda financiera en la próxima reunión de los líderes de la UE, los Estados también podrían proporcionar ayuda de forma individual o establecer acuerdos separados dejando fuera a aquellos que tengan reticencias.