Según los datos
anunciados al final de la jornada por la Junta Suprema Electoral, el
"sí" ganó con una diferencia de 1,25 millones de votos, sobre un
total de 56 millones de sufragios validados.
Los resultados
preliminares de la agencia de noticias semipública Anadolu marcan un triunfo de
la reforma con un 51,4%, muy cercano al resultado vaticinado por varios sondeos
en la semana previa a la cita con las urnas.
Tanto en la capital,
Ankara, como en Estambul se impuso el "no" con pocas décimas por
encima del 50%, algo llamativo en dos ciudades gobernadas por alcaldes del
Partido Justicia y Desarrollo (AKP), fundado por Erdogan y que gobierna Turquía
desde 2002.
Tanto Erdogan como el
primer ministro, Binali Yildirim, se dirigieron a sus seguidores en sendos
discursos públicos para felicitarse por el triunfo de la reforma, que el
presidente definió como "histórica" y que, dijo, "traerá cambios
profundos".
Entre los 18 artículos
que se reforman hay detalles como la ampliación del Parlamento de 550 a 600 escaños
o la bajada de la edad para ser elegido diputado de los 25 a los 18 años, pero
el principal es la abolición del puesto de primer ministro y la transferencia
de todo el poder ejecutivo al presidente.
Esto permitirá al jefe
de Estado gobernar durante dos mandatos de cinco años "sin rendir cuentas
a nadie" y garantizar así la estabilidad de la nación, según había
afirmado Erdogan en campaña.
Pero la oposición teme
que este sistema facilitará un "régimen de un solo hombre" y abra la
puerta a todo tipo de abusos de poder.
La mayoría de los
votantes no razonaban su decisión basándose en los aspectos técnicos de la
reforma sino en su aceptación o rechazo de las políticas y la personalidad del
presidente.
Así, sus admiradores
votaron "sí" "por amor a Erdogan" o porque creen que será
capaz de "fortalecer Turquía y alejarla de Europa", mientras que sus
adversarios hacen hincapié en la ideología islamista del jefe de Estado y votan
"no" para "proteger la laicidad".
Los cambios decididos en
el referéndum entrarán en vigor una vez que termine la actual legislatura y se
celebren las elecciones generales y presidenciales, en el año 2019, han
señalado tanto Erdogan como Yildirim.
Pero la oposición ha
denunciado numerosas irregularidades, entre ellas la decisión de la Junta
Suprema Electoral de validar los votos en los que papeleta o sobre no
estuvieran sellados de forma reglamentaria por la mesa, siempre que no se
pudiera demostrar que habían sido traídos de fuera. Erdal Aksünger, un portavoz
del CHP, declaró a la prensa que su partido impugnará el 37% de las urnas
escrutadas, porque hay "mucha manipulación".
Precisamente este
detalle, denunció el Partido Republicano del Pueblo (CHP), segundo del
Parlamento, abría la puerta a la manipulación, y es "contraria a la ley
electoral".
El presidente del CHP,
Kemal Kiliçdaroglu, acusó con duras palabras a la Junta Electoral de poner en
entredicho los resultados al admitir papeletas que no pueden ser validadas
según la ley, y prometió "seguir el asunto hasta el final".
"Una vez que ha
empezado un partido, no se pueden cambiar las reglas. Es una norma
universal", agregó, recordando que la decisión de validarlas se tomó
después de empezar el conteo.
Erdal Aksünger, uno de
los vicepresidente del CHP, declaró a la prensa que su partido impugnará entre
el 37 y el 60% del total de las urnas escrutadas, porque se han
detectado "alrededor de 2,5 millones de votos problemáticos" que
podrían ser "todos falsos".
El presidente de la
Junta Suprema Electoral, Sadi Güven, se defendió contra estas acusaciones,
señalando que "no es la primera vez" que se decide validar votos sin
el sello preceptivo.
Pero adelantó que los
resultados aún no son firmes y que solo se declararán los datos definitivos
después de considerarse las impugnaciones, "dentro de 11-12 días, como muy
tarde".
En varios barrios de
Estambul, numerosos grupos de ciudadanos salieron a la calle para protestar
contra lo que consideran un "robo", haciendo caceroladas o marchando
con pancartas que proclamaban: "¡No! ¡Hemos ganado!". Ilya U. Topper
y Dogan Tiliç.