El peor zoo del mundo, según la ONG de ayuda a los animales Four Paws, ha cerrado en la franja de Gaza, después de que esa organización se hiciese cargo de los quince ejemplares que quedaban vivos para sacarlos del empobrecido y aislado enclave palestino.

"Les hemos anestesiado y ahora les vacunamos, les tomamos muestras de sangre, les colocamos un chip y vemos si necesitan alguna medicina", explica el veterinario egipcio Amir Jalil en el precario zoológico de Jan Yunis, al sur de Gaza.

"Cuando vinimos la primera vez a este zoo, al acabar la guerra de 2014, la situación era horrible. Muchos animales habían muerto y el dueño disecó a varios, entre ellos a una tigresa: se exhibían dos tigres, uno vivo y otro a su lado muerto, disecado y colocado como adorno", relata, aún asombrado, el veterinario que dirige el rescate.

Agrega que "aquí no había comida y tampoco buen conocimiento de cómo se han de cuidar estos animales. Hay veterinarios en la franja, pero se dedican solo a cuidar animales domésticos, no tigres".

Desde aquel viaje, Four Paws ha realizado varias visitas al enclave palestino y ha proporcionado medicinas y alimentos a este y otros zoos, todos ellos privados, pero esa ayuda puntual no era suficiente para estos animales.

En la última década, ha habido siete zoos en la franja de Gaza, todos ellos iniciativas privadas y, con el cierre de éste, quedarán aún cuatro.