Según ha señalado el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, el uso de mascarillas puede dar un falso sentimiento de seguridad a quienes las portan y distraerles de otras medidas de prevención esenciales para evitar contraer el coronavirus.
"El uso de mascarillas no se requiere para gente saludable. En cambio, las personas con síntomas deben usarlas para proteger a los demás y también los que cuidan a enfermos en casas y están más expuestos al virus", ha explicado.
Conforme a la posición que sostiene la OMS desde el inicio de la pandemia, Jasarevic ha insistido en que las personas que usan mascarillas no están necesariamente protegidas.
"El uso de mascarillas en sí no garantiza la protección si no se combina con otras medidas. El problema es que la gente que las utiliza puede tener un falso sentimiento de seguridad y olvidar otros gestos esenciales como lavarse las manos", ha apuntado.
Además, si las mascarillas no están bien colocadas sobre el rostro, el portador puede tener la tendencia a tocarse más frecuentemente la cara, algo que puede resultar negativo, ya que se sabe que el coronavirus ingresa al organismo por las mucosas de los ojos, nariz y boca.
Para quienes las mascarillas sí son indispensables es para el personal sanitario que no puede cumplir su trabajo sin el material de protección necesario, pero que en numerosos países está experimentando problemas de escasez debido a que la pandemia ha hecho que la demanda por estos insumos crezca de forma exponencial.
"Por esta razón, la gente no debe hacer reservas de mascarillas en sus casas", ha recalcado el portavoz de la OMS. La pandemia de COVID-19 ha causado, según el recuento diario de la organización, 693.224 contagiados y más de 33.000 fallecidos hasta el momento.
Jasarevic ha afirmado que actualmente varios laboratorios están desarrollado pruebas serológicas para detectar los anticuerpos del coronavirus en una persona y saber si esta fue en algún momento infectada.
Esos test tendrán que ser validados por mecanismos científicos independientes, pero una vez que puedan ser utilizados permitirán definir mejor la tasa de letalidad del COVID-19.