Movimientos de activistas okupas han "liberado" varias mansiones, ubicadas en Biarritz (Francia) y Londres (Reino Unido) para ponerlas a disposición de refugiados ucranianos. En Londres, el edificio escogido por los cuatro okupas está situado en una de las mejores zonas de la ciudad, y la elección no es aleatoria, pues pertenece al oligarca ruso Oleg Deripaska, cercano a Putin y según denuncian los ocupantes, favorable de la invasión de Ucrania.
La Policía ha acordonado la zona y ha intentado convencerles de que bajasen, incluso han entrando en la casa, pero los okupas se han atrincherado en el balcón. Defienden que "protestar es un derecho" y van a defenderlo porque consideran que la causa es justa.
Afirman además que varias familias cabrían en la mansión que dispone de siete habitaciones, sauna, gimnasio y hasta un cine en el interior.
Esta no es la única propiedad vinculada a Putin asaltada en las últimas horas: Villa Altamira, en Biarritz, pertenece a su exyerno. Dos activistas franceses están detenidos después colarse, plantar una bandera ucraniana e invitar a varias personas a pasar la noche dentro.
Los asaltantes cambiaron las cerraduras de acceso, se hicieron fotografías dentro y fuera de la villa y publicaron esas imágenes en las redes sociales.