El candidato del oficialista Partido Progresista Democrático (PPD), William Lai, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas este sábado en Taiwán. Lai ha destacado que estos resultados suponen un éxito por la "resistencia ante la influencia exterior", en referencia a las presiones de China para lograr la victoria de un candidato afín. Suponen, además, que "Taiwán seguirá en el lado de la democracia y no del autoritarismo", "caminando con sus aliados democráticos", y que el país "continuará por el camino correcto, sin ir hacia atrás".
"Esta es nuestra insistencia. No nos rendimos", ha resaltado Lai en su intervención ante sus simpatizantes, en la que ha agradecido a sus dos oponentes por su comportamiento democrático tras reconocer su derrota. "He recibido sus llamadas de felicitación", ha destacado.
Lai se perfila así como sucesor de la presidenta saliente Tsai Ing Wen, también del PPD, considerada la formación más alejada de las posiciones de Pekín. Con esta victoria, el PPD logra un tercer mandato consecutivo de cuatro años al frente del país, un hito sin precedentes en la historia de Taiwán desde que comenzó a elegirse en comicios directos al jefe del Estado, en 1996.
Los dos principales rivales de Lai han reconocido ya su victoria, según informa la prensa taiwanesa. El candidato presidencial del Partido Nacionalista de China, el Kuomintang, Hou Yu Ih, ha comparecido ante sus simpatizantes en la sede del partido y ha felicitado a Lai por su victoria. Hou ha pedido perdón a sus seguidores por no haber podido lograr la victoria y ha emplazado al vencedor a "escuchar la voz de la gente". Además, ha pedido al nuevo gobierno del PPD que sea "más transparente y eficaz" y garantice la seguridad de Taiwán.
Hou sería el segundo más votado con un 33,27 por ciento, por delante del candidato del Partido Popular de Taiwán (PPT), Ko Wen Je, que habría logrado un 26,01 por ciento de apoyo, según datos de la Comisión Electoral Central. Ko ha destacado los "muchos milagros" logrados por el PPT gracias a "pequeñas donaciones" y ha asegurado que los resultados logrados por su partido --formado en 2019-- son positivos para la política taiwanesa. "En el camino hacia la justicia, en el camino para lograr una nación sostenible, Ko Wen Je no cejará y os pido por favor que no os rindáis tampoco", ha afirmado, según recoge el portal Focus Taiwan.
Pérdida de la mayoría legislativa
Sin embargo, la victoria de Lai se ha visto ligeramente empañada porque su partido el PPD, no mantiene el control del Yuan Legislativo o Parlamento unicameral taiwanés. "No hemos trabajado lo suficiente. Hemos de revisar con humildad la situación. Los resultados de las elecciones nos dicen que la gente espera un gobierno capaz y controles eficaces. Comprendemos este mensaje y lo respetamos", ha declarado Lai en su intervención.
Así, se ha comprometido a "estudiar en profundidad las opiniones políticas" de sus dos rivales y a "incorporarlas siempre y cuando se satisfaga la necesidad de desarrollo nacional". Lai ha asegurado que realizará los nombramientos "en función de las capacidades", sin atender a las siglas del partido al que pertenezcan los posibles candidatos.
"Vamos a dar prioridad a cuestiones en las que todos los partidos compartan un consenso. Si no hay consenso y no hay urgencia, seguiremos dialogando", ha subrayado.
El PPD ha sido el más votado en las elecciones legislativas, con un 36,37 por ciento de votos. Por detrás estaría el Kuomintang con un 34,5 por ciento de apoyo. El PPD habría conseguido 36 de los 73 escaños que se deciden por el sistema de candidato más votado, mientras que el Kuomintang lograría otros 36 representantes.
Restan otros seis escaños reservados a candidatos indígenas y los 34 que se deciden por representación proporcional de listas de partidos. Hasta ahora el PPD controlaba 62 de los 113 asientos que componen la Cámara.
Las elecciones han tenido lugar en un ambiente de absoluta tranquilidad pero la Policía de Taiwán ha constatado 92 casos de violaciones de la ley electoral, la mitad de ellos por hacer fotos de una papeleta o llevar un teléfono a la cabina de votación.