Según su entorno nada hacía sospechar que los Tsarnaev se sintieran poco acogidos en Boston. "Era muy dulce, inteligente, muy inteligente y una buena persona", dice una amiga de Dzhokhar.
En 2011 el FBI interrogó a Tamerlan por sus supuestos vínculos con grupos extremistas chechenos. Finalmente no encontraron indicios, por eso, los padres de los presuntos terroristas del atentado de Boston defienden desde Chechenia la inocencia de sus hijos.
"Confío en mis hijos, en su inocencia. No sé qué ha pasado allí, cómo ha surgido todo esto. Sólo Dios Todopoderoso y la persona que lo ha cometido sabe qué ha pasado realmente", dice el padre de los jóvenes.
La investigación se centra ahora en saber si los Tsarnaev recibían órdenes de algún grupo extremista checheno. Los vínculos entre las células integristas del sur de Rusia con grupos internacionales como Al Qaeda son improbables pero no imposibles.
Algo de lo que ha querido desvincularse el Presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov: "Ellos se han criado en América. No tenemos responsabilidad por ello. Rechazo lo que ha pasado y ofrezco mis condolencias".
El FBI deberá esclarecer ahora si el atentado de Boston ha sido obra de dos jóvenes que odiaban la cultura del país que les acogió o si ellos fueron la mano de obra de una organización más poderosa.