De las ocho personas que
perdieron la vida, cuatro son menores, de ellos tres niños -uno de dos años- y
un adolescente. Los casos "muy graves", entre ellos un niño de 5
años, fueron llevados a La Paz, varios de ellos al Instituto Oftalmológico, al
sufrir "traumas oculares", declaró.
Los heridos ingresados
en dos hospitales y una clínica de Oruro sufren principalmente
"politraumatismos y contusiones" por la onda expansiva de la
explosión, manifestó el jefe departamental.
Ignacio señaló que, en
total, fueron cuarenta los heridos, pero el resto fueron dados de alta al
padecer solamente "contusiones leves". La unidad de bomberos de la
Policía Boliviana "ha confirmado ya" la hipótesis inicial, de que la
explosión ocurrió tras una fuga de gas de una garrafa en un puesto ambulante de
comida, señaló.
Los heridos trasladados
a La Paz padecen, en su mayoría, traumatismo facial, pérdida de globo ocular,
quemaduras de segundo y tercer grado y lesiones múltiples tanto en miembros
como en el tórax, principalmente por "esquirlas producto de la
explosión", señaló el Ministerio.
La explosión, con una
onda de unos cincuenta metros, se produjo tras el derrame accidental de aceite
de una sartén que calentó la manguera de una garrafa de gas y provocó una fuga,
en un puesto de comida instalado en la calle en esta ciudad del altiplano
andino, de unos 285.000 habitantes, según la Policía.
El suceso ocurrió cerca
del desfile del Carnaval en la ciudad, aunque los fallecidos y heridos se
encontraban en el mercado ambulante, no en el recorrido de las comparsas. La
tragedia se produjo en el día grande del Carnaval de Oruro, declarado
Patrimonio de la Humanidad y que es uno de los más multitudinarios de
Suramérica, ya que se esperaba que congregara a más de 450.000 personas en la
ciudad.