Obama ha hablado brevemente con los periodistas tras realizar una visita no anunciada a una oficina de la campaña demócrata cercana a su casa de Chicago, donde ha dado las gracias "a todas las personas increíbles que están trabajando tan duro, haciendo llamadas telefónicas y asegurándose de que la gente vaya a votar".

Además, ha felicitado a Romney por su "enérgica" campaña, y ha asegurado que sus seguidores son "tan comprometidos y entusiastas" como los demócratas y ha agregado que también están "trabajando duro hoy". Pero dijo que "tenemos confianza en que conseguiremos los votos para ganar", subrayó Obama. 

El mandatario ha grabado en Chicago una serie de entrevistas para radio y televisión, y después ha jugado al baloncesto con algunos amigos y miembros de su equipo. El baloncesto, una pasión personal de Obama, es también una tradición ligeramente supersticiosa para el presidente, que suele relajarse en las canchas el día de la votación cuando su nombre está en las papeletas. 

Ha recalcado que comerá y cenará en su casa junto a su familia y por la noche se desplazará al centro de convenciones McCormick Place de Chicago, donde esperará los resultados de la jornada electoral y pronunciará un discurso triunfal, en caso de victoria, o de aceptación de la derrota.