Un nuevo tiroteo masivo perpetrado en Estados Unidos a última hora de este miércoles deja al menos cuatro muertos y varios heridos. Un hombre armado con un rifle y una pistola habría irrumpido en el Hospital Saint Francis de la ciudad de Tulsa, en Oklahoma, donde asesinó a varias personas antes de dispararse letalmente a sí mismo.

"Tenemos cinco muertos, incluido el tirador, en la situación de tirador activo en el Natalia Building del Campus del Hospital St. Francis", ha informado la Policía de Tulsa, solo una semana después de que un joven asesinara a tiros a 19 niños y dos profesoras en un colegio de Uvalde, en Texas.

"Un sospechoso ha sido abatido. No sé en este momento si le disparamos o él mismo se disparó", explicaba el sargento Richard Meulenberg en declaraciones recogidas por la 'CNN', en las que indicaba que los agentes estaban revisando todas las habitaciones del edificio "en busca de amenazas adicionales".

Según precisó, los agentes se encontraban revisando "múltiples pisos" limpiando el edificio y evacuando a las víctimas. Meulenberg agregó que hay "cientos de habitaciones y cientos de personas dentro del edificio" y que estaban tratando el lugar "como una escena catastrófica".

"Los agentes han acudido inmediatamente a la segunda planta donde se ha producido el tiroteo, cuando han llegado allí han encontrado a unas cuantas personas heridas de bala, un par de ellas estaban muertas en ese momento", ha precisado Meulenberg a 'ABC News'.

Por su parte, Darin Glodo, del Departamento de Policía de Tulsa, confirmaba a la misma cadena que había heridos, sin aclarar cuántos, y señaló que el tiroteo ha tenido lugar principalmente en el segundo piso del 'Natalie Medical Building', un edificio de consultorios médicos del citado hospital de Saint Francis.

El sospechoso, un hombre de entre 35 y 40 años aún sin identificar, portaba un rifle de largo alcance y una pistola, aunque por el momento se desconoce si ha utilizado ambas armas en el tiroteo. El concejal del Ayuntamiento Jayme Fowler ha señalado a la 'CNN' que el asaltante estaría buscando a un médico que trabajaba en lugar, un extremo que la Policía de momento no ha confirmado.

Este nuevo tiroteo tiene lugar mientras el país norteamericano continúa reponiéndose de la masacre del pasado 24 de mayo en Texas, que ha vuelto a reavivar la cuestión del control de las armas de fuego.