Nuevo y brutal caso de violencia policial contra un hombre negro en Estados Unidos. Ha ocurrido en Michigan, donde un agente blanco, cuya identidad no ha trascendido, ha matado de un disparo a bocajarro en la cabeza a Patrick Lyoya, un joven afroamericano de tan solo 26 años.
Ocurrió el pasado de 4 de abril, cuando, tras forcejear con el chico, el agente sacó su pistola y le descerrajó un tiro en la nuca, tal y como puede verse en las durísimas imágenes que ilustran estas líneas.
Minutos antes, un coche patrulla había dado el alto a Lyoya en un vecindario de Grand Rapids por una irregularidad en la matrícula de su coche: le pidieron ver su licencia, afirmando que la placa no se correspondía con el vehículo.
Comenzó entonces una breve persecución en la que los agentes pidieron refuerzos y uno de ellos acabó y Lyoya acabaron tirados en el suelo de un jardín. Se produce entonces un forcejeo por el control de la pistola táser, según la versión de la Policía, y esta incluso llega a dispararse.
De nuevo en el suelo y con el agente sobre la espalda de Patrick, casi inmovilizado, es cuando le dispara brutalmente a bocajarro en la nuca y el cuerpo del joven, desarmado, se desploma.
A pesar de que los hechos ocurrieron el pasado 4 de abril, las imágenes han visto la luz ahora y la reacción ha sido inmediata, con cientos de personas echándose a las calles para protestar en Michigan, mientras que se ha iniciado una investigación policial para esclarecer lo ocurrido.
El oficial, cuya identidad no ha sido desvelada, está suspendido de sus funciones y se encuentra de baja remunerada y así seguirá hasta que concluya la investigación de este nuevo episodio de brutalidad policial.