Un caso de abuso policial ocurrido en abril en Estados Unidos vuelve a indignar al país. Los hechos ocurrieron cuando la policía de Tucson en Arizona detuvo a Carlos Ingram López, latino, después de que su abuela llamara porque estaba actuando de forma extraña.

En las imágenes del vídeo se puede ver cómo los agentes le reducen en el garaje mientras él pedía perdón. El hombre de 27 años, que dio positivo por cocaína, no paraba de gritar, pero los oficiales le esposaron y le colocaron boca abajo pese a que sus dificultades para respirar eran evidentes.

Aun así, deciden cubrirle primero con un plástico amarillo y después con otra manta. Minutos más tarde, se percatan de que Carlos Ingram López ya no respiraba. El hombre murió de un paro cardíaco, según el informe forense.

Los tres policías implicados dimitieron y el caso no trascendió más allá hasta que las imágenes han salido a la luz. El revuelo ha hecho que el Jefe de la Policía de Tucson también haya dejado su cargo, que reconoce que los tres policías "cometieron múltiples violaciones del reglamento". Sin embargo argumenta que "ninguno de los oficiales desplegó ataques, utilizó estrangulamientos o colocó una rodilla sobre su cuello".

En plena oleada de protestas en los Estados Unidos por la brutalidad policial, la Fiscalía de Arizona estudia ya presentar cargos penales contra los tres agentes por la muerte del joven Carlos Ingram López.