Un brote de coronavirus en la empresa Tönnies, en Renania del Norte-Westaflia, al oeste del país deja más de 650 contagiados por COVID-19. De los 983 tests realizados hasta el momento han dado positivo 657, aunque no se descarta que el número pueda ir en aumento, ya que en las instalaciones de esta empresa han trabajado hasta 7.000 personas en los últimos tiempos.

Ya el martes se conocía que un total de 128 personas habían dado positivo y ahora se prevé que la cifra crezca por encima de los 657 casos actuales. "Solo podemos disculparnos por la situación", dijo un portavoz de la compañía este mismo miércoles, ya que al conocerse los primeros casos no se tomaron medidas drásticas y el virus siguió propagándose sobre todo en la zona del matadero.

Debido al brote, el matadero ha detenido su actividad. "No se van a distribuir más cerdos y también vamos a parar hoy mismo el trabajo del matadero y en otros sectores", han indicado desde la empresa, Además, unos 7.000 alemanes están en cuarentena y se les pide no salir de casa en 14 días, según se extrae de la conferencia de prensa ofrecida por el administrador del distrito del distrito de Gütersloh, Sven-Georg Adenauer.

Como consecuencia del brote, las autoridades han decretado el cierre de los colegios y guarderías de Gütersloh, el distrito donde se ha producido este brote. La decisión se prolongará hasta las vacaciones de verano para evitar la propagación del virus en la población del distrito, según recogen medios locales, que destacan que muchos de los trabajadores infectados tienen hijos en edad escolar.

La propia canciller Angela Merkel ha aplaudido esta decisión recordando que "hay que estar preparados para reaccionar siempre, porque podemos tener un evento infeccioso incontrolado en cualquier momento".

El objetivo de las autoridades ahora mismo pasa por evitar el cierre total de todo el distrito de Gütersloh. En Alemania han muerto 30 personas por coronavirus en las últimas 24 horas, cuando se han registrado 345 nuevos casos.

No se trata del primer brote de estas características en un matadero alemán; el 8 de mayo una planta en la localidad de Coesfeld (oeste del país) cerró tras detectar 129 casos de Covid-19.

La pandemia ha puesto de manifiesto la dificultad de cumplir las medidas de distancia e higiene en el contexto de las condiciones laborales existentes en el sector cárnico, lo que el mes pasado llevó al gobierno a anunciar una reforma estructural del ramo, caracterizado por la mano de obra temporal e inmigrante.

Y es que, de acuerdo con informaciones del canal de televisión NTV, muchos de los empleados de la planta cárnica de Gütersloh proceden del este de Europa y están alojados en instalaciones comunales.

También señalan que las condiciones en las que se almacenan las carnes son similares a las del invierno, que favorecen a la propagación. Una tesis que valida también Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que ha destacado que las condiciones de humedad de estos establecimientos podrían favorecer a una mayor permanencia del virus sobre las superficies.