La Base de las Fuerzas Aéreas del Ejército indio en Pathankot, en el noroeste de Punjab, frontera con Pakistán, ha vuelto a ser escenario de un nuevo ataque, presumiblemente efectuado por milicianos paquistaníes, como ya sucediera en un asalto en el que murieron seis militares y cuatro agresores.
Concretamente se trataría dos asaltantes que aún continúan atrincherados en el interior de las instalaciones, y que habrían causado nuevas explosiones. Sin embargo, las informaciones son conflictivas.
El ministro del Interior, Rajnath Singh, anunció que cinco asaltantes habían muerto y que el ataque había sido "neutralizado". Por el contrario, el recuento oficial del Ejército, se mantiene en cuatro asaltantes muertos.
La actividad en la base sigue siendo intensa y los testigos han visto varios vehículos militares entrando en el complejo, mientras en el exterior se han concentrado decenas de protestantes que han empezado a quemar banderas paquistaníes.