La muerte a manos de la Policía de George Floyd, un hombre afroamericano que había sido detenido por usar un billete falso en un supermercado, sigue creándo polémica tras la aparición de un nuevo vídeo de la detención.

La Policía asegura que Floyd opuso resistencia cuando se disponían a detenerle en su coche, acción que motivó la brutalidad: le pusieron una rodilla en el cuello mientras el detenido se quedaba sin aire. "Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor", se escucha a Floyd.

Ahora han salido a la luz nuevas imágenes que demuestran que la víctima no opuso resistencia a la autoridad cuando fue interceptado en su vehículo. En ese vídeo se ve cómo el hombre es sacado del coche esposado y es acompañado por un agente hasta una pared, donde se queda sentado tranquilo en el suelo.

Tras estas imágenes tuvo lugar el episodio de violencia extrema, que fue presenciado por testigos que imploraron al agente que le dejase respirar mientras éstos desoían las peticiones de los transeuntes: "Quítale la rodilla del cuello, comprueba su pulso. No está respirando, ¡comprueba su pulso!".

Tras la muerte de este hombre, miles de personas protestaron en Mineápolis (Minesota, EEUU). La marcha empezó en el lugar de la muerte de Floyd y terminó frente a una comisaría cercana, donde la Policía antidisturbios lanzó gases y pelotas de goma a los manifestantes tras algunos desperfectos.

Los manifestantes marcharon al grito de "¡no puedo respirar!", el mismo que pronunció Floyd mientras uno de los agentes le tuvo inmovilizado durante minutos con la rodilla sobre su cuello.

La congresista demócrata Ilhan Omar, que representa a la ciudad de Mineápolis, dijo que "lo que está ocurriendo esta noche en la ciudad es vergonzoso", al instar a la Policía a "actuar con moderación" y dar "espacio para sanar" a la comunidad.

"Disparar pelotas de goma y gases lacrimógenos a manifestantes desarmados cuando hay niños presentes no debería ser tolerado. Nunca", afirmó. Por su parte, el concejal de Mineápolis Jeremiah Ellison calificó la actuación policial de "repugnante".

Tanto el FBI como las autoridades estatales en Minesota han iniciado una investigación sobre los hechos.