Cuando haya papa
El nombre, la vestimenta o las primeras palabras: el análisis que vendrá después del 'habemus papam'
Los detalles El nuevo papa apuntará maneras según cómo salga a la icónica balconada, quiénes le rodeen y cuáles sean sus primeras palabras. Francisco, por ejemplo, fue el primero en 1.000 años en llevar un nombre inédito, para no llevar "numerito" y, como Francisco de Asís, indicar voto de humildad.

Resumen IA supervisado
Cuando se anuncia un nuevo papa con la fumata blanca y el 'habemus papam', el enfoque cambia rápidamente hacia el análisis de su presentación. El modo en que el nuevo pontífice se presenta en la balconada, las personas que lo acompañan y sus primeras palabras son indicativos de su estilo y enfoque. El papa Francisco, por ejemplo, rompió con la tradición desde el inicio, eligiendo un saludo sencillo y un atuendo modesto que reflejaba su compromiso jesuita. Su elección de nombre, inspirado en Francisco de Asís, simbolizaba humildad y un deseo de cambio.
* Resumen supervisado por periodistas.
Cuando la fumata sea blanca y suene el 'habemus papam', de la expectativa se pasará inmediatamente al análisis. El nuevo papa apuntará maneras según cómo salga a la icónica balconada, quiénes le rodeen y cuáles sean sus primeras palabras.
"Hermanos, hermanas, buenas noches". Así, por ejemplo, el difunto Bergoglio quiso marcar impronta desde el minuto cero, prescindiendo del tradicional "alabado sea Jesucristo" como saludo.
Impronta, tono y distancias marcó su escena inaugural, con su antecesor baste comparar. El papa Francisco llevaba un atuendo sencillo, remarcando como jesuita su compromiso, cruz de hierro sin la tradicional pedrería de alta joyería, ni suntuoso mosaico de terciopelo con hilo de oro ribeteado de armiño sobre sus hombros pontificios.
El nombre que escojan, además, será otra de las claves. Gary Adler, profesor de Sociología de la Universidad de Pensilvania, experto en "la triada religión-política-cultura", cuenta a laSexta que "el nombre que elija nos dará una idea de cómo se ve a sí mismo". "¿Es más un pastor, quiere traer cambios a la Iglesia o volver a la herencia, a una era anterior?", comenta.
Francisco, por ejemplo, fue el primero en 1.000 años en llevar un nombre inédito, para no llevar "numerito" y, como Francisco de Asís, indicar voto de humildad. Por ello, los primeros instantes de un papa pueden considerarse casi como un tráiler.