La pasada noche fue imposible conciliar el sueño en Gaza, cuenta Kayed Hammad, vecino de la zona: "Hemos pasado una noche de terror. Sin parar". Kayed mantiene una conversación telefónica con laSexta Noticias. Ya no tiene conexión a internet. Israel ha cortado la luz y el suministro de combustible.

Al igual que otros muchos palestinos, Kayed no sale de casa ni tiene un lugar para esconderse. "No tenemos refugios", lamenta. Sin embargo, tampoco pueden plantearse dejar atrás Gaza, su hogar. La directora ejecutiva de UNRWA España, Raquel Martí, recuerda que el propio Netanyahu avisó el sábado a la población de Gaza para que abandonara sus casas "porque iban a bombardear, pero la realidad es que Israel tiene controladas todas las entradas y salidas de Gaza".

Sus hogares no son seguros. Israel está bombardeando edificios de civiles con antenas de telecomunicación y creen que a través de ellos podría estar operando Hamás. "Atacar la azotea del edificio con un explosivo de muy poca potencia a modo de aviso permite, en principio, que los habitantes del edificio puedan evacuar esa zona y evitar bajas civiles, algo que no siempre se consigue", explica el director de El Orden Mundial, Fernando Arancón.