Las bombas han vuelto a caer sobre Kiev después de que ayer se hundiera la joya de la corona de la armada rusa, el buque misilístico "Moskva". Un hundimiento que ha reivindicado Ucrania pero que, según Moscú, no tiene nada que ver con las consecuencias de la guerra y que fue destruido mientras lo remolcaban en medio de una tormenta.

De acuerdo con Reuters, la respuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, no se ha hecho esperar. Esta noche se han escuchado varias explosiones en Kiev y se han recrudecido los enfrentamientos en el este del país. Las explosiones han sido muy fuertes y de las más significativas desde que las tropas rusas se retiraron del asalto a la capital.

Lo ha confirmado el Ministerio de Defensa ruso a través de su portavoz, Igor Konashénkov, quien ha asegurado que sus tropas van a intensificar los ataques contra Kiev tras el hundimiento del "Moskva", aunque sin reconocer oficialmente que hayan sido los responsables del ataque. "El número y la escala de los ataques con misiles contra objetos en Kiev aumentarán en respuesta a la comisión por parte del régimen nacionalista de Kiev de cualquier ataque de naturaleza terrorista o sabotaje en territorio ruso", ha declarado.

Según Konashénkov, han atacado esta noche un objetivo militar en las cercanías de Kiev con misiles de crucero y también ha aseverado que han tomado el control de la planta de acero de Ilyich en la asediada ciudad de Mariúpol.

Fuentes del ejército de Ucrania comunicaron ayer que el buque había sido alcanzado por dos misiles "Neptuno", a consecuencia de lo cual se produjeron a bordo varias explosiones y un incendio. Según la fuente oficial rusa, el hundimiento se produjo "debido a daños en el casco causados por un incendio causado por la detonación de municiones".

A lo largo del día, y mientras desde Kiev se sucedían las informaciones avanzando el hundimiento, Moscú había asegurado que el incendio y las explosiones de municiones habían sido controladas y que la tripulación había sido evacuada a otros barcos de la zona. Las fuentes rusas, por otro lado, sostenían que el principal armamento de misiles no había sido dañado.

Por su parte, el Ayuntamiento de Odesa había señalado en su cuenta oficial de Telegram que el daño sufrido por el buque era "importante" y que, pese a que otras unidades rusas intentaron socorrerlo, "una tormenta y una potente explosión de municiones volcaron al crucero y éste comenzó a hundirse".

Fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguraron, ya en la madrugada de este jueves, que Rusia estaba trasladando hacia el sur los barcos que tenía en el norte del mar Negro tras los daños sufridos por el "Moskva", su buque insignia. La fuente estadounidense señaló que "menos de media docena" de embarcaciones rusas que operaban dispersas en el norte del mar Negro se desplazaron hacia el sur tras los "daños significativos" en el "Moskva".

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha celebrado en un vídeo grabado esta noche lo ocurrido y ha homenajeado al pueblo ucraniano por su resistencia, 51 días después de que se iniciara la invasión rusa para "desnazificar" el país. "Gracias a Dios, las Fuerzas Armadas de Ucrania y nuestro pueblo, hemos defendido la mayor parte de nuestro país", ha dicho, subrayando que han sido "aquellos que han frenado el avance de los convoyes del equipamiento militar ruso, aquellos que han demostrado que los buques rusos pueden hundirse hasta el fondo".