A punto de cumplirse 2 meses de guerra, Ucrania difunde una dolorosa cifra. Al menos 205 niños han muerto en el conflicto, víctimas de los ataque rusos, según la Fiscalía General ucraniana, y 362 han resultado heridos.

Alice es una de ellos. Tiene 4 años y lleva 50 días encerrada en un búnker. Ahora, lanza un grito de socorro desde su escondite, en Mariúpol, donde llevaba escondida desde el inicio de la invasión rusa.

"Me llamo Alice...", arranca la pequeña. "Quiero ser evacuada", pide. La niña no está sola, sino que se encuentra acompañada de su madre, una doctora, y de distintos familiares de militares ucranianos. Dice que echa de menos al resto de su familia. Sobre todo, a "la abuela Steva".

Makar, 7 años: "No os lo perdonaremos"

La menor no es la única que ha alzado la voz en las últimas horas. Entre ruinas, Makar, de 7 años, también quiere contar su experiencia al mundo, pero tiene que parar, interrumpido por las explosiones.

"Gracias, muchas gracias a las fuerzas rusas por esto. No os lo perdonaremos nunca", indica. Los dos pequeños están escondidos en la asediada Mariúpol, donde la vida ya es imposible.

Las autoridades locales insisten en su grito de socorro: ya no queda prácticamente ningún médico. Los muertos se cuentan por miles y miles. Este lunes es el segundo día consecutivo sin corredores humanitarios que permitan salir.

Desde Crimea, un grupo derechos humanos denuncia que el ejército ruso ha sacado a la fuerza a 150 niños de Mariúpol. Les ha llevado a Donesk, territorio controlado por el Kremlin.