Las imágenes fueron grabadas recientemente en Siria, donde su padre, Khaled Sharrouf, se trasladó hace cuatro años para unirse a Daesh.

Sharrouf, cuya voz se oye en el vídeo dirigiendo a su hijo, viajó a Oriente Próximo junto a su familia, incluido el niño, que en 2014 fue fotografiado sosteniendo la cabeza de una persona decapitada, y su mujer, Tara Nettleton, que habría muerto en 2016 de apendicitis.

La Policía australiana dijo que ha abierto una investigación tras la aparición del vídeo pero aseguró que este hallazgo no ha modificado el nivel de alerta por riesgo de atentado en el país.