Nina Baginskaya siempre va a agarrada a su bandera y a su lucha: nunca le tiembla el pulso en sus enfrentamientos con la Policía. A sus 73 años, se ha convertido en uno de los símbolos de las protestas en Bielorrusia.
Este sábado ha sido detenida junto a más de 200 mujeres tras llegar a ser incluso agredida por los agentes. Horas después, fue puesta en libertad. Fue una nueva semana de movilizaciones en Minsk contra el presidente Aleksandr Lukashenko, en el poder desde hace 26 años.
Y es que son las mujeres las que se han convertido en la mayor fuerza de oposición contra el líder bielorruso tras las fraudulentas elecciones de principios de agosto. Hay tres mujeres que lideran esta oposición pacífica: Svetlana Tikhanovskaya, Verónika Tsepkalo y María Kolésnikova.
La primera cogió el relevo de su marido, líder de la oposición, tras ser detenido en mayo. A ella se unieron María y Verónika y han conseguido movilizar a las mujeres bielorrusas que comandan la lucha contra la opresión. Esta misma semana, Tikhanovskaya, exiliada desde el 11 de agosto, ha hablado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Exigimos el cese inmediato de la violencia y la liberación inmediata de los presos políticos”, demandaba el 18 de septiembre Tikhanovskaya. Una lucha que sigue este fin de semana y en la que no temen a nadie.