La exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley ha confirmado este miércoles su retirada de las primarias republicanas para las elecciones presidenciales, después del claro triunfo de su rival, Donald Trump, en el Supermartes, que ponía en juego cientos de delegados en una quincena de estados.

Haley, antigua embajadora de Trump ante la ONU, se había resistido a claudicar frente al magnate en las últimas semanas e incluso llegó a prometer que no se retiraría tras el Supermartes, pero el fracaso en esta jornada clave ha terminado de inclinar la balanza. "Ahora depende de Donald Trump ganarse los votos de aquellos dentro y fuera de nuestro partido que no lo apoyaron", ha dicho en una comparecencia pública en la ciudad de Charleston de Carolina del Sur.

Haley solo se hizo con la victoria en Vermont, insuficiente para frenar a un Trump que encara imparable la recta final de la campaña de primarias y será proclamado formalmente candidato en la convención republicana de julio. En noviembre, el expresidente volverá a batirse de nuevo en las urnas con el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.

La candidata ya retirada ha logrado al menos el hito de ser la primera mujer en imponerse en unas primarias del Partido Republicano y ganar protagonismo en la escena política nacional de Estados Unidos, algo que puede jugar a su favor de cara a futuras carreras electorales. Habida cuenta de las abiertas descalificaciones intercambiadas con Trump, parece difícil que pueda formar parte de su hipotético gabinete.