El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha rechazado este miércoles la propuesta de Hamás para un posible tregua en la Franja de Gaza, instando en cambio a seguir ejerciendo "presión militar" hasta lograr "una victoria absoluta" que incluya la liberación de los rehenes que continúan retenidos en el enclave palestino.

"Seguir con la presión militar es una condición necesaria para liberar a los rehenes, sucumbir a Hamás solo llevará a otra masacre", ha clamado Netanyahu en una rueda de prensa en la que ha agregado que el Ejército israelí "debe destruir metódicamente a Hamás" hasta lograr que Gaza "no represente ninguna amenaza para Israel".

Con estas declaraciones, el jefe del Gobierno rechaza públicamente las condiciones de Hamás para liberar al más de un centenar de rehenes israelíes que continúan retenidos en Gaza. El grupo islamista pide la retirada de las tropas israelíes y el fin de la ofensiva en el enclave como marco para la liberación de secuestrados, una exigencia que Israel no acepta.

"Solo una victoria absoluta dará seguridad a Israel", ha insistido Netanyahu, que ha asegurado que las fuerzas israelíes siguen actuando para liberar a los rehenes, mientras continúa la presión por parte de sus familias para alcanzar un pacto para su liberación.

El 'premier' israelí también ha asegurado que Israel "va camino del triunfo" en la Franja y que la guerra acabará "en cuestión de meses" en medio de los avances de las tropas israelíes en su ofensiva terrestre. Así, ha reivindicado que su Ejército ya ha conseguido "logros sin precedentes", mientras "sigue matando terroristas", destruyendo centros de mando, infraestructura militar o "los túneles donde se esconde Hamás".

A su vez, ha insistido en que tras derrotar al grupo islamista, Israel mantendrá el control sobre Gaza y buscará que "quede desmilitarizada para siempre". "Seguiremos hasta el final", ha remarcado, cuando se cumplen cuatro meses de los ataques de Hamás que causaron unos 1.200 muertos, ante lo que Israel lanzó una implacable ofensiva sobre el enclave que ha matado ya a más de 27.700 palestinos, sembrado la destrucción y provocado una gravísima crisis humanitaria.

La propuesta de Hamás

Hamás había propuesto un acuerdo de tregua en tres fases -de 45 días cada una- para soltar a los rehenes a cambio de la puesta en libertad de presos palestinos, la retirada del Ejército israelí de Gaza y el fin de su ofensiva militar. Tras las palabras de Netanyahu, un alto cargo del grupo islamista, Sami Abu Zuhri, aseveraba en declaraciones a Reuters que sus declaraciones son "una forma de bravuconería política", que indican su intención de continuar el conflicto en la región.

Otro dirigente de Hamás, Osama Hamdan, ha indicado no obstante que una delegación liderada por Khalil Al-Hayya viajará el jueves a El Cairo para hablar con los mediadores de Egipto y Qatar sobre un alto el fuego y llamó a las milicias a continuar luchando.

Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha manifestado durante una nueva visita a Israel que la propuesta de Hamás deja espacio para negociar. "Claramente hay cosas que no tienen sentido en lo que se propone, pero también vemos espacio para proseguir las negociaciones para ver si podemos llegar a un acuerdo, y es lo que pretendemos hacer", ha indicado Blinken desde Tel Aviv.

"No hablaré en nombre de Israel ni de nadie más implicado, pero creemos que el margen de espacio está ahí y hay que aprovecharlo", ha agregado el diplomático estadounidense, después de que Netanyahu alejara la posibilidad de una tregua.