El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció hace unos días la formación de un gobierno de emergencia junto a Beny Gantz, miembro de la oposición, exministro de Defensa y exjefe del Estado Mayor del Ejército, para hacer frente a la guerra con las milicias palestinas de Gaza.

Ahora, han mantenido una primera reunión en la que ha prometido "demoler a Hamás", mientras cientos de blindados ya están desplegados en la frontera con Gaza para invadir el norte de la Franja.

"Trabajamos las 24 horas del día en equipo, como un frente unido", ha indicado Netanyahu. Una reunión en la que han dedicado un minuto de silencio a los fallecidos de su bando y en el ha mandado un contundente mensaje. "Hamás pensó que seríamos demolidos. Somos quienes demoleremos a Hamás".

Algunos de los soldados que se encuentran en la frontera con Gaza, preparados para una incursión inminente, hacen tiempo escribiendo satíricas dedicatorias en los proyectiles que acaban impactando en territorio palestino.

Aunque para los civiles se haya cumplido el plazo dado para que abandonen el norte de la Franja, altos cargos israelíes han confirmado a 'New York Times' que la meteorología adversa ha retrasado la incursión.

Por su parte, Yoav Gallant, el ministro de Defensa israelí, ya ha advertido de que "será una guerra poderosa, mortal y precisa que cambiará la situación para siempre".

Una situación que se produce mientras al norte de Israel, los enfrentamientos entre Hizbulá y las tropas israelíes son cada vez más intensas. "La situación puede escalar y convertirse en un conflicto más amplio", ha advertido Gallant.

De momento, Hizbolá ya ha reivindicado la autoría de los ataques a cinco puestos fronterizos y algunos milicianos libaneses podrían haberse infiltrado dentro de territorio israelí.