"Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. Esto no es una operación ni una escalada, sino una guerra". Así se ha pronunciado este sábado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ha declarado el estado de guerra en el país tras la ofensiva sorpresa lanzada por Hamás, la mayor desde el inicio de la guerra del Yom Kippur.
"Nuestro país está en guerra y la vamos a ganar", ha añadido Netanyahu, que ha lanzado asimismo una advertencia: "Nuestro enemigo pagará un precio que no ha conocido jamás".
La primera decisión del 'premier' ha sido instruir a sus fuerzas para que "expulsen a los terroristas de las comunidades en las que se habían infiltrado" y ordenar "un amplio llamamiento a las reservas para responder en una guerra que el enemigo nunca ha visto antes". "Estamos en guerra y saldremos triunfantes", ha insistido.
El sorpresivo ataque lanzado por Hamás en las primeras horas de este sábado ha desatado un conflicto que deja ya más de 200 muertos en Israel, que a su vez ha respondido con un enorme despliegue aéreo en el que decenas de aviones de combate israelíes han alcanzado objetivos del movimiento islamista en la Franja de Gaza. En el enclave han muerto al menos 232 palestinos.
Netanyahu ofrece a la oposición formar un gobierno de emergencia
En este contexto, Netanyahu ha ofrecido a los dos principales líderes de la oposición formar un "amplio gobierno de emergencia" para afrontar la guerra, según ha informado su partido, Likud. La oferta va dirigida al líder de Yesh Atid, Yair Lapid, y al del partido Unidad Nacional, Benny Gantz.
Gantz ha apuntado que está estudiando la posibilidad de participar en un gobierno de unidad mientras dure la guerra. Previamente, Lapid también había ofrecido la formación de un gobierno de unidad. "Le he dicho a Netanyahu que estoy dispuesto a formar un gobierno de emergencia con él" para "supervisar la difícil, compleja y prolongada campaña que tenemos por delante", señalaba.