Nancy Pelosi ya no está en Taiwán. Después de una visita en la que ha dinamitado la relación entre China y Estados Unidos, la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense ha procedido a dirigirse a Corea del Sur y Japón, sus dos próximos destinos dentro de la gira asiática que tiene planificada.

Antes, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, condenó la presencia de Pelosi en Taiwán, calificándola de "completa farsa", advirtiendo de que "quien ofenda a China será castigado".

"Aquellos que juegan con fuego no terminarán bien y los que ofendan a China deben ser castigados", afirmo Wang en declaraciones a la televisión china CCTV desde Nom Pen, la capital de Camboya, donde participa en la reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios.

Wang también acusó a EEUU de "violar la soberanía de China bajo el disfraz de la democracia" y advirtió de que aunque Taiwan se apoye en el poder de Washington "no cambiará el consenso internacional de que solo existe una China en el mundo" ni se revertirá "la histórica tendencia a la reunificación entre la China continental y Taiwán".

El canciller chino coincidirá en la capital camboyana con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, quien también participará en la reunión ministerial, pero no está previsto que ambos mantengan una cita bilateral.

Las críticas de Wang a EEUU se unen a las de su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, quien también participará a partir del jueves en el encuentro de ministros de Exteriores de ASEAN.

Pelosi, tercera autoridad de EEUU y segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, llegó este martes a Taiwán donde visitó el Parlamento durante la mañana del miércoles y posteriormente se reunió con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, quien le impuso una condecoración por su "apoyo" al territorio -calificado por Pekín como provincia rebelde-.

El viaje de la política norteamericana ha creado una escalada de tensiones con la movilización de tropas por parte de Pekín en el territorio más cercano a la isla autogobernada.

Taiwán, con quien EEUU no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EEUU, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.

China insiste en "reunificar" la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, lo que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.

Pero desde entonces han tomado fuerza las voces que reclaman declarar la independencia de Taiwán como Estado soberano.