Jenna Barbee, profesora de Primaria, está bajo investigación estatal por las escenas en las que -de pasada- dos chavales tontean inocentemente en la película 'Mundo extraño' de Disney. La puso en clase tras un largo día de exámenes para que sus alumnos, de diez años, "desengrasaran". Y porque además -explica- le servía para apoyar sus explicaciones sobre ciencias. Podría incluso ser despedida.

"Me acusan de adoctrinamiento por poner en clase esta película de Disney. ¡No quiero que me despidan!", se lamenta. A pesar de que la película está calificada para todos los públicos, de que la relación entre los personajes Ethan y Diatho es sólo una línea argumental menor, y de que la profesora tenía autorización firmada de progenitores y tutores desde principio de curso, una madre decidió denunciarla ante el Consejo Escolar.

"¡No quiero que esta minoría cale en nuestras escuelas. Dios me ha traído aquí!", espetó durante la sesión. "Están intentando imponer su ideología liberal, religiosa y de orientación sexual", intentó argumentar, casi fuera de sí, ante la perplejidad del resto de asistentes.

Lo hizo 'envalentonada' por la llamada ley 'no digas gay' del muy republicano -y ahora muy antiDisney, por no plegarse a sus dogmas conservadores- gobernador Ron DeSantis. Un texto que restringe la educación sexual y de género a menores de 13 años.

565 libros censurados

A una ley contra la pornografía se han agarrado también en un condado muy ultra para prohibir ahora el popular libro infantil'¿Adivina qué?' (Guess What, 1988) de la escritora australiana Mem Fox, sobre la vida de bruja un poco punk. Todo, por una inocua ilustración que la muestra dándose un baño. Enseña demasiado, argumentan.

No es la primera vez que los conservadores la emprenden contra ella, por las alusiones a la brujería y por ese lado punk. La organización dedicada a velar por la libertad de expresión PEN America ha contabilizado 565 libros censurados, algunos de ellos de la Nobel Toni Morrison o de las prestigiosas Margaret Atwood y Emily Dickinson, desde la introducción de la ley de DeSantis.

Y en un nuevo y peligroso empellón contra la diversidad, DeSantis -que desde que salió elegido como gobernador ha emprendido una cruzada contra la "mafia progre"- ha ordenado retirar fondos para los estudios sobre raza, igualdad e inclusión en las universidades públicas de Florida por "promover", dice, "un peligroso activismo político y social".

Una ley para revisar la materia de enseñanza

El gobernador ha firmado este lunes el proyecto de ley SB 266, que pretende acabar la enseñanza de los cursos conocidos como DEI (siglas en inglés de Diversidad, Equidad e Inclusión), además de otros dos también sobre educación, en el New College of Florida, en Sarasota. En esta universidad, a comienzos de este año, se conformó una nueva junta directiva de tendencia conservadora.

La norma estipula que las universidades estatales revisen cualquier materia de enseñanza "basada en teorías de que el racismo, el sexismo y los privilegios sistémicos son inherentes a las instituciones de los Estados Unidos y fueron creados para mantener las desigualdades sociales, políticas y económicas". Esto, frente al pleno auge de las teorías críticas de la raza en Estados Unidos.

Retorciendo la realidad,DeSantis argumenta que DEI "defiende la discriminación, la exclusión, el adoctrinamiento y eso no tiene cabida en nuestras instituciones públicas". Molesta el pensamiento crítico.