La muerte de la joven Mahsa Aminihace once días tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el obligatorio velo ha provocado fuertes protestas en el país - donde se contabilizan 76 muertos, según la ONG Iran Human Rights - y en distintos puntos del mundo. Entre ellos Madrid, donde este martes por la tarde se concentraron varias decenas de iraníes, en su mayoría mujeres, ante el Congreso de los Diputados.

En la protesta en Madrid, convocada por la Asociación Pro Derechos Humanos Iraní en España, se colocaron rosas sobre fotografías de víctimas de la represión del régimen iraní, mientras se han coreado cánticos como "Mahsa somos todas", "la policía de la moral, la vergüenza de Irán" y "abajo la teocracia, arriba la democracia". "Solidaridad con las protestas populares contra la república islámica", fue el mensaje desplegado en una gran pancarta, rodeada de varias banderas de Irán y del Kurdistán.

Junto a ella tomaron la palabra al megáfono varios exiliados iraníes, entre ellos la presidenta de la asociación, Fariba Ehsan, quien instó a los españoles a estar "al lado del pueblo iraní para poder seguir en la lucha". Otra participante, Leila, pidió que no se confundiese nunca a Irán con la República Islámica de Irán, puesto que "en la cultura persa no hay velos", que son "símbolo de humillación y esclavitud para las mujeres".

La protesta continuará este miércoles a mediodía. Esta vez en la embajada de Irán, donde tendrá lugar la convocatoria de la Asociación Pro Derechos Humanos Iraní en España y varios grupos feministas culturales españoles (MIM, Women by women, Clásicas y modernas, Mujeres en la música y Liga de las profesionales del teatro).

Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha convocado este miércoles al embajador de Irán en España para expresar su protesta por la represión de las manifestaciones y la vulneración de los derechos de las mujeres en aquel país. El embajador de Irán en España, Hassan Qashqavi, ha acudido a la cita con el ministro esta mañana. El Gobierno expresó este martes su firme condena por la violencia ejercida contra manifestantes pacíficos en diferentes puntos de Irán, y exigió a las autoridades del país que se respete y garantice el derecho de todos sus ciudadanos a expresarse y manifestarse "libre y pacíficamente".

Irán: detenciones y restricciones de internet

Mientras tanto, las autoridades iraníes tratan de silenciar las protestas que desde hace once días sacuden Irán por la muerte de Mahsa Amini con la detención de periodistas y activistas, además de la imposición de fuertes restricciones de internet. Desde que comenzaron las protestas tras el fallecimiento de Amini, el viernes 16 de septiembre, al menos 20 informadores han sido detenidos, según el Comité para la Protección de Periodistas, que tiene su sede en Nueva York. Entre los arrestados se encuentra la periodista Nilufar Hamedi, que fue de las primeras en informar del caso de Amini para el diario reformista Shargh Daily, y que se encuentra en confinamiento solitario.

Esto se suma a fuertes restricciones de internet, con las redes móviles cortadas por las tardes y noches, cuando suceden las protestas, y las fijas fuertemente ralentizadas cuando funcionan. Aplicaciones como Whatsapp e Instagram, de las pocas permitidas en Irán, han sido bloqueadas y se unen a Facebook y Twitter, que nunca están accesibles en el país, aunque los usuarios las usan con VPN (programas antifiltros de internet), que también están fallando.

Con casi todos los medios en manos de instituciones vinculadas a las autoridades iraníes, los pocos periodistas y activistas independientes detenidos, además de los escasos medios internacionales sujetos a fuertes restricciones, cada vez es más difícil saber que está ocurriendo. Así, ni siquiera se conoce el número de muertos en las protestas. La televisión estatal iraní afirmó hace tres días que 41 personas han fallecido, pero matizó que se trata de un recuento propio y no de las cifras oficiales. Por su parte, la ONG Iran Human Rights asciende la cifra a, al menos, 76 personas.