Ver mujeres saudíes en el fútbol es tan infrecuente y minoritario aún que la federación de fútbol española lo puso como condición para celebrar allí la próxima Supercopa. El representante saudí en España, sin embargo, asegura que ellas pueden ir libremente.

Según el embajador, Mansour Bin Khalid, "las mujeres no tienen limitación para participar en los eventos". Pero hasta el año pasado era algo que tenían terminantemente prohibido. Desde entonces, solo pueden acceder a tres estadios y ocupar el espacio reservado para ellas, sin mezclarse.

"Las mujeres están ahí, son parte de nuestra sociedad. Se les permite ir a donde quieran", ha afirmado Bin Khalid. Permitir es precisamente la palabra clave. Las mujeres necesitan permiso de su tutor: su marido, su padre o un familiar varón. Están supeditadas a su autorización para cosas como casarse, y hasta este pasado verano, incluso para viajar. Tampoco era legas hasta el año pasado que condujeran un coche.

En el país árabe se castiga, incluso con la muerte, la disidencia o voces críticas, como la del periodista Jamal Khashoggi, asesinado por oficiales del reino en Turquía.