Mujeres, afroamericanas y alcaldesas. Estas dirigentes políticas se han convertido en la punta de lanza contra las políticas y declaraciones de Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Muriel Bowser, alcaldesa de Washington DC., es una de las más contestatarias. "Nuestro país está sufriendo. Necesita sanar y liderazgo firme", destacó Bowser en una rueda de prensa. Gracias a ella, ahora en la capital están, a pocos metros de distancia, la Casa Blanca y la plaza 'Black Lives Matter'.

Con gestos así, ella y sus compañeras han logrado llegar a las minorías. "Están canalizando política y socialmente esta energía que ha surgido", ha explicado Diego López-Garrido, vicepresidente de la Fundación Alternativas. Sin embargo, para Trump, Bowser es una "incompetente"; ataques online que también ha recibido la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot.

La primera mujer negra en este puesto ha promovido un grupo de trabajo en la policía para prevenir incidentes y rebajar la violencia. "Han defendido a la comunidad afroamericana, pero al mismo tiempo el orden y la ley", ha valorado Pedro Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas-Icade.

Pero ellas no son las únicas. London Breed gobierna en San Francisco y su primo murió a manos de una patrulla en 2006. Aunque la más popular estos días es Keisha Lance Bottoms, alcaldesa de Atlanta. Fue ella la que dijo: "Si no te preocupa esta ciudad, ¡vete a casa!". Este discurso y su gestión y visibilidad estas semanas han hecho que incluso suene como candidata a vicepresidenta de Joe Biden.

Bottoms sería el contrapeso a un candidato blanco. "Hemos visto que si teníamos candidato del sur, el 'número dos' era del norte. Siempre ha habido un factor de equilibrio", ha argumentado Pedro Rodríguez. Además, ella, igual que las otras líderes, anima al voto. En Estados Unidos hace falta registrarse en cada elección, y por eso, históricamente, las minorías han votado menos. Si el enfado no salta de la calle a las urnas, el gran beneficiado sería Donald Trump.