El drama que se vivió en la torre Grenfell de Londres se puede imaginar escuchando las historias de los testigos. El número de víctimas es elevado, y pese a que los medios británicos alertan de que podrían llegar a la centena, hubo vecinos que consiguieron salvarse.

Un ejemplo es Natasha Elcock, que consiguió actuar con rapidez cuando el incendio llegó a la planta 11 en la que se ubica su vivienda. "Probamos a salir por la puerta, pero estaba demasiado caliente", explica a Daily Star.

La decisión que tomó fue la de llevar a su hija de seis años y a su novio a la habitación más fría de la casa, que era el baño. "Dejé que el baño se inundara. Esto mantuvo húmedo el suelo y pudo salvarnos la vida", declara.

Los paders mantuvieron a su hija en el suelo, donde había más humedad, y esperaron allí durante más de una hora hasta que llegaron los bomberos. Dentro del baño lo pasaron muy mal: "La puerta se doblaba y las ventanas estaban agrietándose. Era terrible".

Finalmente, un equipo de bomberos consiguió acceder a la vivienda y salvar a Natasha y a su familia, que pudieron salvarse de la tragedia.