Las campanas doblan en las diócesis de nuestro país mientras se ultiman los detalles del funeral del papa emérito Benedicto XVI. Un acontecimiento sin precedentes en el que un papa en activo, Francisco I, oficiará el funeral del emérito, fallecido este sábado 31 de diciembre de 2022 a los 95 años.

La maquinaria del Vaticano ya se ha puesto en marcha para perfilar los detalles de la despedida a Benedicto XVI, un adiós que ya se está materializando en la plaza de San Pedro el Vaticano, donde los fieles se congregaban este sábado por la mañana para recordarle en oración.

El pasado miércoles ya se comunicó que su estado de salud era grave. Es más, según ha revelado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, el papa emérito recibió el sacramento de la extrema unción el pasado miércoles, 28 de diciembre. La preocupación por el estado de salud del teólogo alemán surgió precisamente ese día, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba "muy enfermo" y pidió "una oración especial" a los fieles que asistían a su audiencia general.

Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmaba que la situación de Benedicto XVI se había "agravado a causa de su avanzada edad". Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había "logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento" y permanecía "estable" pese a la gravedad.

Una situación que prosiguió el 30 de diciembre, cuando seguía "estable" y pudo asistir a una misa celebrada en su habitación, hasta este sábado, día en el que la Oficina de Prensa del Vaticano y la Conferencia Episcopal Española han anunciado su muerte, confirmada posteriormente en rueda de prensa por Bruni.

Un hecho histórico

Ha sido también Bruni quien ha empezado a dar los primeros detalles sobre la despedida del papa emérito, cuyos restos descansarán en la Mater Monasterio Ecclesiae hasta la madrugada del lunes 2 de enero, cuando sus restos se instalarán en la sala Clementina de la Basílica de San Pedro. Ese mismo día, a partir de las 09:00 horas, el cuerpo será expuesto para la visita de los fieles.

"Una vez se despida la curia romana, se baja el féretro del papa a la Basílica de San Pedro", detalla a laSexta el director de 'Religión Digital', José Manuel Vidal. El experto adelanta que por allí pasarán riadas de gente para despedirse de Benedicto XVI.

Por su parte, el funeral se celebrará al quinto día de su muerte, el jueves 5 de enero a las 9:30 horas, en la plaza de San Pedro. Allí se asistirá a un hecho histórico: Francisco I será el primer papa en oficiar el funeral de uno emérito. Esta es una de las pocas pero a la vez grandes diferencias con el funeral de un papa en activo.

Tampoco habrá conclave, ya que Ratzinger no deja ninguna sede vacante. Con todo ello, lo que sucederá el próximo jueves en la plaza de San Pedro será algo muy similar a lo que se vivió con la muerte de Juan Pablo II en 2005. En este caso, no obstante, las delegaciones oficiales invitadas son las de Alemania -país de origen de Joseph Ratzinger- e Italia, aunque otros líderes podrían participar a título privado.

El portavoz del Vaticano asimismo ha indicado que Benedicto XVI solicitó que su funeral fuera sencillo, por lo que se tratará de un acto sobrio pero solemne. Tras el funeral, Benedicto XVI será enterrado el mismo jueves en las grutas vaticanas.

"Según el biográfico autorizado, él dijo que quería ser enterrado en la tumba que dejó vacía Juan Pablo II, que está donde están todos los papas -en las catacumbas-, cuando le subieron a la basílica cuando le hicieron santo", explica Vidal.