Al menos 30 personas perdieron la vida tras producirse un corrimiento de tierra que sepultó varias casas en la localidad birmana de Paung, en el suroriental estado Mon, informan hoy fuentes oficiales.
El Departamento de Bomberos confirmó en un comunicado la cifra de víctimas, que podría aumentar durante las tareas de búsqueda y rescate de un número indeterminado de personas. Una de las supervivientes, una mujer de 70 años, declaró por teléfono que ha perdido a 13 familiares por este desastre natural "sin precedentes a lo largo de su vida".
Además centenares de vecinos de otros poblados cercanos han quedado aislados a raíz de que la tierra bloqueara carreteras y caminos y se encuentran a la espera de asistencia. Según las autoridades el deslave se produjo ayer debido a las fuertes lluvias que azotan desde hace días la región y que han obligado a lo largo del país a cerca de 38.000 personas a abandonar temporalmente sus hogares, según cifras de Naciones Unidas.