La muerte de una de las tres supervivientes del accidente aéreo en La Habana elevó a 111 las víctimas, mientras prosiguen las investigaciones sobre las causas por las que se estrelló el Boeing 737 de la aerolínea mexicana Global Air.

Grettel Landrove, de 23 años, fue rescatada con vida junto a otras dos mujeres y durante tres días se debatió entre la vida y la muerte, en estado crítico extremo con pronóstico desfavorable debido al "daño neurológico severo" que presentaba.

Landrove, originaria de Holguín y residente en La Habana, era bailarina de la compañía de danza española Ecos, una pasión que compaginaba con sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de La Habana.

Las dos supervivientes que permanecen internadas son Maylén Díaz, de 19 años, y Emiley Sánchez, de 39, ambas en estado crítico extremo, aunque es la segunda la que más preocupa a los médicos por las serias quemaduras que cubren el 41% de su cuerpo.

Todo el país sigue con atención la evolución de las supervivientes, el único atisbo de esperanza en medio de una de las peores tragedias en la historia de la aviación civil cubana.

La investigación, mientras, sigue su curso dirigida por las autoridades cubanas con la colaboración de expertos de México, país de origen de la compañía propietaria del aparato.